La Diputación duplica la ayuda con las Diócesis de la provincia para la restauración de iglesias y ermitas en el convenio 2024-2025
14.11.24.- La Diputación de Salamanca duplicará el presupuesto destinado al convenio de colaboración con la Diócesis de Salamanca, Ciudad Rodrigo y Plasencia para la conservación y reparación de iglesias y ermitas de la Diócesis de Salamanca para los años 2024-2025.
Este programa que se inició en el año 1997, contará ahora con una inversión total de 1.200.000 euros por parte de la Diputación en el periodo bienal, con el fin de continuar preservando el valioso patrimonio religioso y cultural de la provincia de Salamanca.
Con casi 10 millones de euros invertidos, el programa ha permitido intervenir en más de 300 templos de la provincia, para dar valor a elementos arquitectónicos que forman parte de la historia de cada municipio y que, a su vez, son símbolos de la identidad y la unión de sus vecinos.
El presidente de la Diputación, Javier Iglesias, ha afirmado que “gracias a este convenio, desde la Diputación, junto con las Diócesis, damos un paso más para subsanar problemas estructurales que amenazan la estabilidad y la seguridad de muchos de estos edificios, algunos de ellos centenarios, y que son patrimonio de todos. No en vano, estas iglesias, con mayor o menor valor arquitectónico o histórico, representan un punto de encuentro, un lugar donde se celebran tradiciones y se forjan lazos que unen a los vecinos”.
El valor de este programa no se limita a la restauración material de los edificios, sino que contribuye al desarrollo cultural y turístico de la provincia, brindando a los habitantes y visitantes la oportunidad de redescubrir y disfrutar del valioso legado que encierra nuestra arquitectura religiosa. En cada rincón de Salamanca, en cada pueblo, estos templos son parada obligada en las rutas turísticas, enriqueciendo la experiencia de los visitantes y promoviendo un turismo de calidad y con identidad.
Con la decisión de doblar el presupuesto de este programa, la Diputación de Salamanca no sólo responde a las necesidades de conservación actuales, sino que también hace una apuesta firme por el fututo de nuestros pueblos, fomentando el arraigo, la cohesión social y el desarrollo de nuestros municipios, convirtiendo el patrimonio en un motor de crecimiento y en una herramienta para frenar la despoblación.
